Mientras Google se mete de lleno en el terreno del visual commerce con Shoppable Ads -nuevo formato publicitario en los resultados de Google Imágenes, Instagram comienza a hacer pruebas para que los usuarios puedan adquirir productos sin salir de la aplicación. El de la imagen es uno de los campos más atractivos en la actualidad, a la vista está cómo los grandes de Internet no hacen sino experimentar en este terreno para intentar rentabilizarlo, fundamentalmente a través del e-commerce.
La imagen es una herramienta muy poderosa de comunicación. Bien usada, actúa como generadora de deseos. Despierta las ganas de comprar, aún sin intención de hacerlo. Así, el visual commerce no partiría de una necesidad real del individuo: actuaría como catalizador para mover a compra. El posicionamiento se busca ya desde el punto de vista de la inspiración, de modo que los artículos aparezcan en respuesta a consultas sobre ideas más generales y no tanto un producto concreto.
Este concepto de resultado inspirador comenzó hace tiempo con Pinterest, cuando la plataforma dio un giro y se reposicionó como un sitio «de descubrimiento» enfocado al e-commerce, desligándose así de sus orígenes como red social. Facebook le siguió los pasos con Facebook Shopping e Instagram Shopping. eBay no iba a quedarse mirando: lanzó Interests, un módulo en su página de inicio dedicado a los intereses y pensado para la recomendación de productos, es decir, un módulo de descubrimiento.
Era este un terreno muy atractivo. Demasiado como para que Google no hubiera entrado en él. Ahora sí, se lanza a competir con Pinterest, Instagram o eBay y ofrece a los vendedores online un espacio destacado y un formato atractivo, en un entorno líder de búsquedas. Google Shoppable Ads permite llegar a los consumidores en la fase de inspiracióny acortar el proceso de compra. Ofrece en la misma imagen los datos más relevantes del producto y dirige directamente a la página del vendedor. De salirle bien la jugada, los Shoppable Ads podrían acabar actuando al servicio de Google Express, el marketplace que busca rivalizar con Amazon.
Dejando a un lado la vertiente inspiradora, pensemos que los grandes trabajan ya en tecnologías de reconocimiento de imagen capaces de localizar en Internet productos u objetos que se capturen con el teléfono móvil -tales como Pinterest Lens, Google Lens o Find it on eBay- y tener la posibilidad de adquirirlos si acaso están a la venta. Esto, además de reportar beneficios a los vendedores, supone una ventaja para el usuario, que puede localizar un producto fácilmente, mientras que si se realizara una búsqueda escrita las probabilidades de encontrar objetos vistos en el mundo real serían bastante reducidas.
En esta lucha están las grandes tecnológicas. Y mientras ellas juegan al «pues yo más», los retailers sólo puede beneficiarse. Los vendedores online deben estudiar con detenimiento estas plataformas, a fin de conocer qué opciones ofrecen, además de mantenerse al día de las novedades. Sólo así podrán estudiar los beneficios de tener presencia en una o en otra y aprovechar los últimos avances tecnológicos, inteligencia artificial.
El visual commerce es el próximo filón y la grieta que Google o Facebook han encontrado para tratar de desbancar a Amazon. Los tiempos cambian y los usuarios esperan una gran celeridad en los procesos. En este contexto, más que nunca, la imagen vale más que mis palabras, sobre todo en un mundo que compra por los ojos, aun sin percatarse de ello.