La televisión programática o compra programática en televisión supondrá una de las grandes revoluciones de esta década. En los países y hogares donde ya es posible, cada telespectador ve un anuncio acorde a sus necesidades e intereses específicos, lo que hace que se incremente el retorno de la inversión, pues sólo se paga por impactar a la audiencia que le interesa al anunciante.
Podemos definir la compra programática en televisión como todas aquellas inversiones publicitarias que se tramitan a través de una plataforma tecnológica, mediante un proceso automatizado de compra de anuncios de televisión. Esta plataforma actuará de forma automática en la compra de impresiones de publicidad, tras indicar el público objetivo, el presupuesto y los objetivos de la campaña.
En su primer pronóstico sobre este tema, el portal de estudios independientes eMarketer estima que el gasto en compra programática en televisión aumentará este 2016 un 127,8% en Estados Unidos, lo que supondrá unos 710 millones de dólares. Sin embargo, según sus predicciones, la inversión en televisión programática sólo representará una pequeña proporción de la inversión total en televisión: únicamente el 1% del total, que podría llegar a ser del 6% en 2018, cuando la inversión superaría los cuatro mil millones de dólares.
Por su parte, Magna Global estima que en 2019 el presupuesto destinado a la compra programática en televisión aumentará un 17%, lo que llegará a representar 10 mil millones de dólares de los presupuestos destinados a la publicidad en televisión en Estados Unidos.
Se trata de estimaciones y de datos relativos a Estados Unidos, donde se está produciendo la mayor parte de la experimentación y el desarrollo sobre televisión programática, pero no hay que olvidar que este es el país hacia el que debemos mirar en lo que respecta a tendencias de marketing digital. Conviene no perder el foco y permanecer muy atentos a los pasos que ya se están dando en este campo, de cara a poder adoptar estos nuevos modelos en los casos en los que vaya siendo posible.
Sin embargo, no hay que olvidar que la televisión programática tiene aún un importante freno tecnológico que será más salvable según se introduzcan las tecnologías adecuadas en los hogares, comenzando por la adopción masiva de dispositivos de televisión conectados a Internet. Con el terreno allanado, los anunciantes podrán comprar y servir publicidad en tiempo real para televisión lineal, controlada mediante un AdServer.
Una vez que la maquinaria de la compra programática en televisión se ponga en marcha, se cumplirá lo que muchos anunciantes llevan ya varios años soñando: poder servir sus anuncios en televisión sólo a aquellas personas que están realmente interesadas en ellos, tal y como ya se hace en Internet. Bienvenidos a la publicidad del futuro.
Fuentes: RTBlog; AdvertisingAge
Win-win. La televisión pierde ese carácter de ‘caja de sastre’ que provoca el zapping de los espectadores al ver contenido que no le interesa. La empresa realiza una inversión ajustada a sus intereses, y los usuarios obtienen contenido que le es relevante. El único problema surge con la intimidad de los datos personales del espectador, que quedarán expuestos por intereses comerciales.