Echo la vista atrás y me llena de orgullo haber logrado construir una de las mejores agencias de marketing digital y performance españolas que hoy son referencia en el sector, así como haber formado el gran equipo que lo ha hecho posible desde el principio. Diez años pueden parecer poco tiempo, pero lo cierto es que si hablamos de marketing digital, bien podría ser toda una vida.
Hace ya una década que, en compañía de mi socio, el V.P Sales & Marketing de Kanlli, Pablo López Carral, decidí emprender una preciosa aventura. Nacía así Kanlli, y, con ella, veía cumplido un sueño: el de poner en marcha un proyecto propio en el que volcar todo lo aprendido tras estudiar y trabajar en Estados Unidos, la cuna del marketing interactivo.
Diez años después confirmo que no me equivocaba. Aquel sueño, aquel proyecto, es hoy una empresa firme y consolidada, muy bien posicionada en el sector de la publicidad español. Aunque no siempre fue fácil: a los tres años de su creación, Kanlli casi desaparece. Pasamos en aquel entonces algunas penurias, y hubo que cambiar el modelo de negocio para volver a despegar. No fue sencillo, pero lo logramos porque teníamos muy claro a dónde queríamos llegar.
A día de hoy, puedo decir con satisfacción que hemos superado la primera meta que nos propusimos. Toca, pues, emprender una nueva etapa, y ya trabajamos para ser la primera agencia de marketing digital y resultados de España.
La trayectoria ascendente que Kanlli ha mantenido en los últimos años ha sido posible gracias a dos soportes fundamentales: el primero de ellos, el haber logrado formar un equipo de valiosos profesionales que, con su trabajo, contribuyen a que Kanlli se reinvente cada día. Fueron muchas las cosas que Estados Unidos me enseñó, pero sin duda la más importante fue que el valor de una empresa se asienta en las personas que la forman y en su capacidad de desarrollo.
El segundo soporte lo hace la confianza depositada en nosotros por parte de importantes clientes, que nos han dado el suficiente impulso como para crecer ininterrumpidamente a lo largo de todo este tiempo. Kanlli se esfuerza por establecer relaciones profundas y duraderas con sus clientes a través de la excelencia, lo que nos sitúa por encima de la media en el sector.
Por ello, quiero aprovechar este breve espacio para daros las gracias. A todos. Al equipo humano, que es la verdadera alma de Kanlli; a nuestros clientes: a los que estuvieron, a los que están y a los que llegarán mañana, porque son quienes mantienen vivo este sueño; a quienes nos quieren, porque sin duda contribuyen a que seamos mucho más grandes; a quienes nos leen y escuchan lo que tenemos que decir, porque sin ellos no tendríamos voz.
Brindo por estos diez años al lado de todos vosotros. Espero que los próximos diez sean igual de maravillosos.