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El Online Marketing Institute se ha hecho eco de un estudio realizado por ZenithOptima, en el que se ponían de manifiesto los cambios que se necesitan en la estrategia online para hacer frente a la espectacular subida de la inversión en publicidad online que se espera hasta 2015.

Dentro de esta reestructuración de nuestra estrategia de marketing online se presenta como importantísimo aprovechar todo cuanto ya tenemos a nuestro alcance, como por ejemplo la cantidad de información demográfica que podemos manejar gracias a las redes sociales y a la que deberíamos dar un justo tratamiento para sacar todo el jugo comercial, ‘personalizando’ nuestro mensaje según los canales, el público al que van destinados, los segmentos de población…

Estas posibilidades se multiplican cuando usamos esos canales de modo cruzado. Plataformas como Pinterest ejemplifican bien este hecho. Esta red social, que ya permite a las empresas crear sus propios perfiles, hace posible con unos sencillos pasos mostrar al cliente muchos productos y, además, compartir la información con Facebook o Twitter.

Con tantas posibilidades de comunicación online, no podemos olvidar que la mayor parte de los usuarios de esos canales conforman una generación de personas menores de 30 años, que han crecido con Internet, a la vez que Internet y que su relación con la tecnología global es muy distinta al resto de clientes y usuarios.

La forma de interactuar de estos perfiles es muy diferente. Ellos no desean que hagamos negocios ‘para’ ellos sino que demandan que el marketing se haga ‘con’ ellos. Los profesionales del los medios deben aprender que con esta generación también ha surgido una nueva forma de comunicarse y somos nosotros quienes tenemos que adaptarnos y rápido.

De todos modos, ya vivimos en un mundo digital que ofrece al comprador la posibilidad de utilizar todo tipo de herramientas para informarse sobre lo que quiere: buscadores, comparadores, webs corporativas, redes sociales… La información llega al comprador en el momento que él desea y desde donde él precisa y no necesita para ello la intermediación de ningún técnico de ventas. Es más, si nos descuidamos un poco, es posible que con todos esos datos, pronto el comprador posea más información que el propio vendedor.

Este hecho hace que el compromiso de compra sea cada vez más retardado y que el proceso de compras esté completamente en manos del cliente. Para minimizar este hecho, el marketing online debe tomar las riendas del proceso en su fase más inicial y para ello debe controlar la conversación con el cliente casi en el instante en que este comienza la búsqueda.

Este proceso, que puede afectar a miles, millones de clientes en la misma proporción de conversaciones, está claro que no puede quedar en manos de cualquiera y que es el momento de mostrar a las empresas la necesidad de procesar todo este comportamiento a través de las plataformas tecnológicas.

En ese vasto panorama en el que yacen miles de oportunidades de éxito, también se esconden miles, millones de datos que hemos de saber recolectar, interpretar, analizar, almacenar, compartir y sacarles partido. Sólo la preparación de los profesionales pueden atender esta necesidad.

Fuente: Online Marketing Institute