El wearable marketing hará a tu marca diferente, si sabes cómo y cuándo adoptarlo. Más de 78 millones de dispositivos wearable se vendieron en todo el mundo en 2015, según datos de la International Data Corporation (IDC), lo que supuso un aumento del 171% en comparación con el año anterior. Así, el pasado año el mercado de los wearables registró cifras récord, a pesar de que ésto sólo es el despegue de lo que se espera que está por llegar. Por ejemplo, se estima que para 2018 estén en uso 250 millones de wearables, lo que supone una fantástica oportunidad para el marketing digital, de cara a investigar cómo contextualizar mensajes y contenidos que sean de auténtica utilidad para los usuarios.
El incremento en el porcentaje de adopción demuestra que no son sólo unos pocos los que están interesados en este tipo de dispositivos, sino que tiene un mercado mucho más amplio. También demuestra que la tecnología wearable no es algo anecdótico -como puede parecer tras el fracaso del iWatch o las Google Glass, los wearables más sonados-, sino que sigue un camino imparable cuya meta es vestirnos de tecnología para facilitarnos la vida. Tal es el caso de las pulseras de actividad Fitbit (o su competidora Mi Band), que ayudan a monitorizar las actividades cotidianas, los ejercicios físicos o el sueño, entre otros aspectos relacionados con unos hábitos saludables.
El mercado de la tecnología wearable está madurando y, con él, se dibuja en el horizonte el wearable marketing. Nuevos y avanzados dispositivos ya se están poniendo al alcance de los usuarios, a la vez que el marketing hace ya tímidos experimentos con la realidad virtual y aumentada. Algunas marcas ya se han aventurado a explorar el terreno wearable con fines de mercadotecnia, como Disney, con My Magic +.
Hasta la fecha , teniendo en cuenta la trayectoria de adopción que ha seguido la tecnología wearable, todo parece indicar que el éxito de este tipo de dispositivos está asociado a la utilidad que, en cada caso, tenga para el usuario. Y esto no sólo puede verse en el interés que esta tecnología ha despertado en determinadas industrias o sectores del ámbito laboral, sino también en el top 5 de wearables más populares entre el gran público en 2015. Precisamente este componente de utilidad será lo que un enfoque que el wearable marketing deberá tener. La tecnología «que se viste» ligada a la geolocalización y basada en la utilidad y la facilidad será la receta del éxito.
No será necesario que las marcas creen dispositivos propios, bastará con diseñar las adecuadas estrategias de wearable marketing para dispositivos terceros, por ejemplo los smartwatches, tal y como hoy se hace en mobile marketing pero atendiendo a las peculiaridades de un dispositivo que no va contigo, sino que forma parte de ti; un dispositivo que, además, es mucho más pequeño que un smartphone.
Hay que explorar todavía el terreno, pero no conviene perder de vista los dispositivos con tecnología wearable -los que ya existen o los que están por llegar- con el objetivo de coger uno de los primeros trenes que comiencen a pasar y ser uno de los primeros en llegar primero al éxito.
Fuentes: Les Echos; Marketing Tech